La agricultura convencional puede definirse como aquella práctica agrícola predominante que es intensiva y que utiliza altos insumos de pesticidas sintéticos y fertilizantes minerales. Por el contrario, la agricultura orgánica está regulada y en ella se utilizan fertilizantes orgánicos o no químicos como los abonos verdes.
El cadmio (Cd) es tóxico para los riñones, puede desmineralizar los huesos y es cancerígeno. Lo podemos encontrar de forma natural en el suelo o al agregarlo como fertilizante, su concentración en las plantas depende de varios factores como la materia orgánica, el pH, estructura del suelo, etc. De acuerdo con una investigación, la concentración de cadmio en cultivos convencionales fue 48% más alta en comparación con cultivos orgánicos.
Por otro lado, también se están haciendo investigaciones para determinar las diferencias nutricionales entre estos alimentos. Se ha encontrado que los alimentos orgánicos tienen 21% más hierro y un 29% más de magnesio que los no orgánicos y el ácido ascórbico es la vitamina que se encuentra en mayor cantidad en las frutas y verduras orgánicas.
Por todas las características mencionadas anteriormente, se pudiera pensar que los alimentos orgánicos proporcionan beneficios a la salud, pero desafortunadamente, son pocas las investigaciones que estudian esta relación.
Referencias bibliográficas
Mie, A., Andersen, H. R., Gunnarsson, S., Kahl, J., Kesse-Guyot, E., Rembiałkowska, E., Quaglio, G., & Grandjean, P. (2017). Human health implications of organic food and organic agriculture: a comprehensive review. Environmental health : a global access science source, 16(1), 111. https://doi.org/10.1186/s12940-017-0315-4
https://altmedrev.com/wp-content/uploads/2019/02/v15-1-4.pdf