Además, en las investigaciones de este caso se han informado que los niveles de fluoruro en el agua que consumen los pacientes con ERC, están por encima del límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con este ejemplo es importante conocer más acerca del flúor, ya que incide en el funcionamiento de los riñones.
Lo primero que debemos saber es que podemos encontrarlo en la corteza terrestre con otros minerales y compuestos, también en las rocas marinas y volcánicas, incluso en pequeñas cantidades en los alimentos y el agua.
Se ha utilizado mucho en la prevención de las caries dentales, ya que fortalece el esmalte del diente. Por esa razón y porque es más rentable, equitativo y seguro, muchos países tienen programas para la fluoración del agua.
Existe cierta evidencia de bajo nivel que sugiere que las personas con ERC en etapa 4 o 5, expuestas a agua potable que contiene concentraciones de fluoruro superiores a las óptimas, pueden tener un mayor riesgo de efectos nocivos para la salud aunque aún no está claro el nivel de acumulación que se requiere para la afectación.
A pesar de que se han realizado algunos estudios para determinar si el agua fluorada tiene relación con la ERC, no se puede tener una conclusión sólida debido a la mala calidad de la evidencia y el deficiente rigor metodológico de los estudios.
Referencias Bibliográficas
Dharmaratne RW (2015). Fluoruro en el agua potable y la dieta: el factor causante de las enfermedades renales crónicas en la provincia central del norte de Sri Lanka. Salud ambiental y medicina preventiva, 20 (4), 237–242.
Murray J. El uso correcto de fluoruros en salud pública. Ginebra: Organización Mundial de la Salud, 1986.
Marie Ludlow, Grant Luxton, Timothy Mathew, Efectos de la fluoración de los suministros de agua de la comunidad para personas con enfermedad renal crónica, Trasplante de diálisis en nefrología, volumen 22, número 10, octubre de 2007, páginas 2763–2767