Una alternativa para mejorar la calidad del agua: humedales artificiales

En la actualidad, las investigaciones realizadas por científicos han revelado que, la enfermedad de los riñones puede desarrollarse también por la exposición a contaminantes presentes en el medioambiente como el cadmio, plomo y arsénico, que son metales pesados que al ingresar a nuestro cuerpo causan nefrotoxicidad y otras enfermedades como hipertensión arterial o desmineralización ósea.

La presencia de estos metales pesados en el agua y en el suelo, representan una amenaza para las plantas, los animales y los seres humanos, debido a su toxicidad incluso en bajas concentraciones. Su fuente principal son las actividades humanas como la industria, la agricultura y la minería.

En poblaciones donde existen actividades agropecuarias, normalmente se tienen problemas por contaminación de aguas residuales, que son vertidas sin ser sometidas a ningún tratamiento. Las aguas residuales surgen de haber sido utilizadas en procesos de transformación y/o limpieza, son un residuo que no puede ser usado de forma directa por las personas ya que es una mezcla del agua del alcantarillado, agua de lluvia e infiltraciones del terreno. Son generadas por las descargas de usos municipales, industriales, comerciales, agrícolas y domésticos.

Una alternativa para mejorar la calidad del agua a fin de evitar la propagación de daños graves a la salud de la población, podrían ser los humedales artificiales que ayudan a filtrar y limpiar las aguas residuales sobre todo de los metales pesados.

Un humedal artificial es un sistema de tratamiento de aguas, que es básicamente la construcción de un estanque de un metro de profundidad y que en su interior tiene diversos materiales filtrantes a manera de sustrato, sobre la superficie alberga vegetación acuática de la región. Todos estos elementos van a trabajar en conjunto a través de procesos microbiológicos, químicos y físicos para lograr hacer el tratamiento del agua residual.

En México ya se han construido humedales artificiales para rehabilitar ecosistemas como el del Bosque de San Juan de Aragón, en la Ciudad de México, el cual ha tenido beneficios en el entorno como:

1. Contribuir al uso eficiente del agua;

2. Disminuir el impacto ambiental de las descargas;

3. Reutilizar aguas residuales tratadas;

4. Evitar la contaminación de aguas superficiales, suelo y subsuelo;

5. Ayudar a conservar y recuperar los recursos naturales y hábitats afectados;

6. Recargar, recuperar y proteger los acuíferos además de proteger la biodiversidad y los paisajes.

En un mediano plazo, los humedales artificiales pueden ayudar a mejorar el impacto negativo al medio ambiente, ya que tienen la capacidad de eliminar entre un 80 y 90% los contaminantes.