Por lo general, el suelo no es tan apreciado como otros elementos naturales del planeta, sin embargo, el suelo es un recurso esencial para la sobrevivencia de todos los organismos en la Tierra, desde los más pequeños como los microorganismos hasta el ser humano.
“El suelo es el soporte y el gran proveedor de alimento, ya que en él se almacenan los nutrientes y el agua que sustentan a las plantas, incluidas las que cultivamos, por lo que es indispensable para el mantenimiento de la biodiversidad en todo el mundo” (Arias et al., 2018).
Aunque pudiera parecer que el suelo está ahí sin movimiento, la realidad es que en él se realizan diversos procesos que irán conformando y dando estructura al suelo. En cuanto a su composición, está integrado por minerales derivados de la roca (45%), aire (25%), agua (25%) y materia orgánica (5%) que se genera de la descomposición de residuos vegetales y animales.
Formación del suelo
En el proceso de formación del suelo participan varios factores como el clima, los organismos vivos, el relieve, el tiempo y la roca madre, que van a interactuar entre sí.
Lo que sucede es que la roca se fragmenta y se desintegra por efecto de las lluvias, el viento, la exposición al sol y por las raíces de las plantas que aceleran su ruptura y permiten la acumulación de materia orgánica. Además, hay organismos como las cianobacterias y los líquenes que liberan sustancias que van a desintegrar poco a poco la roca.
Los horizontes del suelo
Después de cientos o miles de años, todos los minerales, los nutrientes y la materia orgánica que resulta del proceso de formación del suelo, se van acumulando hasta formar diferentes capas denominadas horizontes del suelo, las cuales se identifican con letras.
En el horizonte de arriba (orgánico) se acumula la materia orgánica, por ejemplo: la hojarasca, ramas, animales muertos, etc., y en el horizonte más profundo se encuentra la roca. El número y tipo de horizontes, así como su espesor, dependen del tiempo y de otros procesos que determinarán dichas características.
¡Un centímetro de suelo puede tardar entre 100 y 400 años en formarse!
Ahora que sabes algo más del suelo, cuídalo.
Referencias bibliográficas
Bautista Zúñiga Francisco y Estrada Medina Héctor ( 1998). Conservación y Manejo del suelo. – Revista Ciencias. https://www.revistacienciasunam.com/en/109-revistas/revista-ciencias-50/915-conservacion-y-manejo-de-los-suelos.html
Etchevers B., J. D., H. Cotler y C. Hidalgo. 2020. Salir de la invisibilidad: nuevos retos para la ciencia del suelo. Terra Latinoamericana 38: 931-938. DOI: https://doi.org/10.28940/terra.v38i4.867
Argüelles, R. I. (2010). ¿Qué es la biorremediación?. Disponible en https://www.dgdc.unam.mx/assets/cienciaboleto/cb_11.pdf
Montaño Arias, N. M.; Navarro Rangel, M. del C.; Patricio López, I. C.; Chimal Sánchez, E. y Miguel de la Cruz, J. (2018). El suelo y su multifuncionalidad: ¿qué ocurre ahí abajo? CIENCIA ergo-sum, 25(3). https://doi.org/10.30878/ces.v25n3a9